Aunque no se note del todo, la jerarquía visual tiene un gran impacto en la experiencia del usuario y el diseño web. No solo afecta a la primera impresión que tiene el usuario del producto, sino que también le da sentido al mismo y le permite disfrutar sus beneficios. La mayoría de los diseñadores están familiarizados con la necesidad de organizar los estímulos visuales, para no arriesgarse a cansar, confundir o sobrepasar a los usuarios.
¿Qué es la jerarquía visual?
Tener una jerarquía visual de los componentes en tu diseño posee varios propósitos y beneficios. Ayuda al usuario a entender cuán importante es un elemento en relación con otro, o también dicta por dónde el usuario debe empezar a leer. También ayuda a entender el producto, y es un área crucial para cualquier experiencia de usuario.
Con una buena jerarquía visual en el diseño, puedes esperar que los usuarios digieran la información de manera más sencilla. En vez de tener una pantalla con muchos componentes idénticos, los usuarios podrán enfocarse en los puntos importantes y procesar lo que ven.
La jerarquía visual viene en dos partes: las señales visuales que el diseñador tiene a su disposición, y las diferentes formas en las que estas señales afectan a la experiencia de usuario. Por ejemplo: un diseñador puede usar tamaño y color como señales de jerarquía, es decir, utilizar colores brillantes en ciertas áreas para crear un patrón de lectura.
Pero para que todo esto tenga sentido, tienen que empezar a planear y construir la jerarquía visual mano a mano con otros aspectos cruciales del diseño, como la arquitectura de información.
Lo básico de la jerarquía visual: lectura de patrones
La idea es simple: usar diferentes rasgos visuales en componentes para organizarlos, llevando al usuario por el diseño. Algunos de estos pueden ser: el patrón F, el patrón Z, entre otros.
Patrón F
Es el más común en las pantallas en dónde hay mucho contenido escrito. El patrón F significa que los usuarios siguen el contenido en una línea vertical y sólo se aventuran en el escrito en cortas líneas horizontales. (Fuente: Presscoaching)
La razón por la que esto suele ocurrir es que la mayoría de los usuarios buscan una respuesta rápida a una pregunta, más qué adentrarse de lleno a un tema en específico. Además, los usuarios no quieren leer una pantalla entera del tema, sino que buscan la mínima interacción para encontrar lo que realmente necesitan.
Patrón Z
Este patrón se da en las páginas que poseen poco contenido escrito y más contenido visual. Usualmente se da en homepages. Es un patrón más natural cuándo en la página no hay mucho contenido para que el usuario digiera, por lo que lo hace perfecto para la mayoría de las landing pages.
Teniendo esto en cuenta, los diseñadores pueden aprovechar esto y poner los componentes visuales más importantes en las esquinas de la Z, asegurándose de que la gente lo vea. El elemento más clásico que suele ponerse al final de la Z es el CTA.
Espacios en blanco y minimalismo
Los espacios en blanco juegan un papel importante en el diseño de la jerarquía visual. La cosa con los diseños limpios es que suelen tener menos componentes. Y es que todo tiene que estar en el lugar correcto.
Lo bueno del minimalismo en un diseño es que mientras menos componentes y elementos se tenga, la jerarquía visual no se verá comprometida, lo que es una ayuda. Sin embargo, esto implica que la misma jerarquía tiene que ser perfecta, ya que no hay lugar en dónde pueda esconderse.
Lo principal es entender que la función de un espacio en blanco es crucial para la estructura del diseño, la jerarquía visual y la legibilidad. Si quieres crear una buena jerarquía visual con un diseño minimalista, tienes que ser cuidadoso a la hora de elegir la tipografía, el uso de los colores, el espacio y las proporciones.